21/2/09

Al confesionario

Son las 8:30 de la mañana del domingo 1 de Marzo del 2009, ese día todavía no llego, pero ya se que es lo que va a pasar. Doña Hilda ya saco los manteles blancos y los extendió sobre el altar, acomodo cuidadosamente las flores en los floreros, limpio el piso y lustro los bancos. Cristo mira todo desde un rincón de la capilla, el vino se vistió de sangre, y las copas se llenan de ostias. Delante mió hay un cuadro de la sagrada familia, me recuerda a cuando jugaba con José y Maria del pesebre de casa, eran Barbie y Ken pobres. Mi viejo se enojaba, y guardaba las imágenes. El padre Fabián ya se puso su sotana y se prepara para recibir a los pecadores. La primera en confesarse es una mujer que la abandono su marido hace unas semanas, de seguro le esta contando al cura que esta angustiada, que no tiene ganas de hacer nada, y que sus hijos le reclaman mayor atención. El segundo en escupir sus pecados es un hombre que yo conozco, pero que no voy a decir quien es, de seguro hizo algo malo, pero no creo que sea tan malo como para irse al infierno. En tercero y cuarto lugar hay dos mujeres viejas, y en el quinto puesto estoy yo. La ultima de las mujeres sale medio llorando, el padre Fabián me mira y me hace seña para que me acerque. - ¿Cómo estas Luz? – Me dice con una voz amistosa, el siempre fue bueno conmigo, lo conozco desde chica.
- Mas o menos – le contesto casi entre diente, en una voz muy baja.
- ¿Por qué? ¿Qué paso?
- Hice algo malo padre, creo que con esto ahora si me voy al infierno.
- Ya te dije que no te vas a ir al infierno, tendrías que pecar mucho para que eso te suceda.
- ¿En serio? Usted siempre me dice lo mismo, por eso me gusta venir aquí. Pero ahora si hice algo malo, ¿sabe lo que hice?, Robe padre, robe!
- ¿Cómo que robaste? ¿Por qué robaste?
- No fue mi intención, la Silvi me dijo que estaba bien lo que estábamos haciendo, pero ahora que lo pienso bien creo que estuvo mal lo que hicimos. ¿No le va a contar a mi mamá? ¿No?
- No Luz, ¿Cómo crees que voy a hacer eso?
- Si usted le cuenta se va a ir al infierno ¿verdad?
- Mmm. No le voy a contar, y tampoco me voy a ir al infierno.
- ¿Yo si me voy a ir?
- No Luz, ya hablamos de eso, no te vas a ir al infierno.
- ¿Si le cuento me va a dar mucho para rezar?
- Eso depende de que es lo que hiciste. Pero de seguro no va a ser mucho.
- ¿Cuántos “Padre Nuestro y Ave Maria” se le da a una persona que ha robado?
- No se Luz, decime que es lo que paso.
- ¿Cómo que no sabe? ¿acaso nunca le confesaron un robo?
- Si lo hicieron pero todo depende del caso.
- Ah! Ya entiendo, usted ve si es hombre o mujer, niño o adulto, blanco o negro. ¿A los negros le da mas castigo?
- Luz! No digas eso, yo no discrimino
- ¿que? ¿Los otros curas si lo hacen?
- No se, creería que no.
- ¿A mi me va a tener mas compasión porque yo lo conozco? - No! ¿Qué te pasa chiquita?
- ¿y, para que me voy a confesar si usted dice que no me voy a ir al infierno?
- Para sentirte mejor, para estar en paz con Dios, y para poder comulgar.
- Bueno, entonces le cuento.
- Dale Luz, contame ahora que hiciste, porque hay otras personas esperando y yo ya tengo que ir a dar la misa.
- Pero si a la señora que estaba delante mió la tuvo como veinte minutos ¿acaso yo no soy importante?
- Luz! A esa señora se le murió el marido y estaba mal.
- Ah No!! Yo así no me confieso nada, usted me acaba de contar lo que la señora le contó, ¿y, al próximo en confesarse le va a contar lo que yo le cuente?
- ¿Cómo crees que yo voy a hacer eso?
- Y, si lo hizo ¿sabe una cosa? Usted es tan pecador como yo.
- Si, soy pecador porque soy humano.
- ¿Sabe algo? Ahora tengo miedo, porque no vaya a ser cosa que usted le cuente a alguien lo que yo hice, y ese alguien le cuente a mi mamá, y mi mamá le cuente a quien le robe, y esa persona que le robe le cuente a la policía, y que la policía me meta en cana. No!, No!, no. Yo así no cuento nada ¿sabe? Prefiero estar sin comulgar antes de terminar presa. Además usted esta muy ocupado ahora.
- ¿No te vas a confesar?
- No
- Bueno, anda nomás.
- ¿Al infierno?

9/2/09

Para Alicia

La primera vez que te vi, no supe que hacer.
Eras fantástico, eras hermoso.
Eras gigante, eras poderoso y eras eterno.
Ahí habías estado desde el principio.
Habías sobrevivido como un gran luchador.
Mis manos te tocaron suavemente.
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Mis penas se fueron con tus caracolas.
Mis pecados quedaron en la arena.
"En el fondo del mar Alfonsina busca esos poemas que la tierra no supo dar"
Para Alicia que hace mucho que no está. Para Alicia que me cantó la historia de Alfonsina y el mar.