29/12/09

El principio de su historia


El día que se conocieron hacia calor y la pelopincho estaba sucia. La Pauli tenía una malla púrpura con lunares blancos, las piernas blancas, el pelo recogido y las tetas pequeñas. Marito era petizo, tenía anteojos negros, una malla roja y las piernas peludas. Yo era la dueña de casa, ellos eran amigos de mis amigos. ¿Por qué los amigos invitan amigos a la casa de sus otros amigos?


El sábado de la hamburgueseada se cumplían dos meses desde que te habías ido, dos noches sin que te llorara y dos horas desde que había decidido olvidar. En fin yo la Luzma ese día estaba triste y necesitaba de la compañía de mis súper amigos para matar mi angustia y volver a ser la de antes -o sea- mas loca y con menos cara de culo.


El día de la pileteada todos llegaron con sus anteojos de sol, toallones y mallas. Todos querían meterse en mi nueva pelopincho pero la noche anterior había corrido viento y las hojas del níspero de la vecina del lado habían ensuciado la pileta (muy sucia) y yo como mala anfitriona no la había limpiado pero bueno eso no importa porque esta no es mi historia esta es la historia de Marito y Pauly dos chicos comunes, amigos de mis amigos que se conocieron una tarde de calor en mi casa, desde el primer momento se gustaron, se coquetearon, se miraron y al final se amaron.


Marito y Pauly hace tres años que son novios, hace un año que viven juntos y para mi gusto son como los personajes “los altos” de Liniers (aunque el es petizo), son un poco tiernos, un poco lindos y un poco inocentes. Hoy me alegre mucho cuando llego a casa una tarjeta que decía:


“Mariano L. y Paula F, participan a Ud, de nuestro casamiento que se realizara el día…”.


Lo que se puede decir de esta historia es mucho, lo que yo puedo decir de esta historia es que “gracias a mi pelopincho sucia ellos están juntos, gracias a que te fuiste ellos se conocieron y gracias a mi tristeza ellos ahora son felices”. ¿No todo es malo? ¿Verdad? Hay veces que lo que te hace mal a otros les hace bien, es el maldito destino que nos inserta en un juego de azar donde algunos ganan y otros pierden ¿yo pendí? Mmm no lo creo, porque este es el principio de la historia de dos chicos que se enamoraron una tarde de calor mientras yo intentaba borrar mi historia.






Esta nunca podría ser mi historia porque mi historia se esta escribiendo con vos.

9/12/09

Para todos los que tienen vacaciones,, yy para los que no tambien!





28/11/09

Pensar en ti ... y en mi.


     Tengo que reconocer que la idea de ir a su casa fue mía, no se como nació, si como lo decidí.
        Estaba sola en la oficina porque ya era muy tarde, quería terminar unos balances que hacia meses debía de haber presentado, pero no lo hacia porque los números no me cerraban, iba a tener que poner plata de mi bolsillo y eso no me gustaba. Tenía hambre, sueño y frío. Corte una hoja, la hice un bollito y la arroje al basurero, toco el borde y cayo al piso, me enoje. Mire la hora, era muy tarde, quería irme, quería comer, quería no pensar. ¿Qué estará haciendo? me pregunte, respire profundo y trate de olvidar, tome los cigarrillos y salí al balcón.
 El cielo estaba estrellado y la luna escondida, por la esquina el fantasma de la “gripe A” acechaba y por la vereda del frente un boludo con barbijo caminaba. Hacia semanas que la duda rondaba mi cabeza ¿que estará haciendo? me estaba volviendo loca. Hacia frío, hacia mucho frío, trate de olvidar, mire hacia la ventana de enfrente y vi una mujer y a un hombre que estaban discutiendo  ¿Por qué estarán discutiendo?, seguro que por amor, me respondí. Prendí un cigarrillo y mire el celular, no tenia ni un mensaje, intente escribirle, pero no se me ocurrió nada ¿Qué le podía decir?, me congelaba, tire el cigarrillo y entre.

Estoy mejor así, mejor nada, estoy mejor sin nada, nada es mejor, no tengo nada, nada que perder, nada que ganar, nadie que me quiera, nadie a quien querer, así estoy bien, así soy feliz.

“En 15 min paso por tu casa, necesito hablar con vos”, ese fue el mensaje que le envie. Al instante me arrepentí, tenía que borrarlo, intente borrarlo, juro que intente borrarlo, pero el maldito sistema telefónico no me dejo hacerlo, maldito PERSONAL, maldito CLARO, maldito MOVISTAR, malditos malditos!!. Al principio me avergoncé, luego me preocupe y luego comencé a guardar las cosas para irme. Tome los cigarrillos, las llaves, los ELITES, las Cafiaspirinas y los saquitos de té que le había robado a Claudia. Deje el balance junto con otras cosas a medio terminar y me apresure a salir. ¿Por qué le puse 15 min y no 1 hs? ¿Y si me quiere besar? ¿Y si quiere dormir conmigo? Oh!! No!! Que horror!! Estoy hecha un desastre! ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿le mando otro mensaje? No, no, no, ya es muy tarde, tiene que ser ahora, tengo que ir ahora. Me puse el tapado, la bufanda, los guantes, apague la compu, las luces y salí a la calle, hacia frío, hacia mucho frío, comenzó a caer una lluviecita muy finita, guarde mi boca entre la bufanda y agache mi cabeza.

¿Es necesario amar? ¿Por qué todos quieren amar? ¿Y si yo nunca puedo hacerlo? ¿Y si el amor no existe? ¿Y si esto que siento no es amor? Subí a un taxi.

Su casa quedaba a pocas cuadras de la oficina, así que creo que llegue antes de los quince minutos. Baje del taxi y mire su ventana, estaba todo apagado, hacia frío, busque el celular, lo abrí y note que nunca había contestado mi mensaje ¿Dónde estará? Toque el timbre, no contesto, volví a tocar, pero no me contesto ¿Dónde mierda estará? Me enoje, me sentí una tonta, una pobre adolescente, una ilusa, me di lastima a mi misma, estaba ahí parada, toda mojada, sola, triste y pensé ¿Dónde estará? ¿Con quien estará? Saque mis auriculares, los conecte al celular, subí el volumen y te dedique este tema: 





13/10/09

Rock and Roll en la luna

  Guarde mis culpas en un cajón, tu foto en un rincón, me puse el disfraz de pájaro y salí a buscarte. Volé bien lejos, tan lejos como me fue posible. Busque en los océanos, en los desiertos, en los valles, en las montañas, en las ciudades y en los pueblos. Cuando llego la noche mire el cielo y recordé donde estabas:

 Hoy hace cuatro años desde que te fuiste a contar estrellas en la luna. Desde aquí te canto Rock and Roll para que no te sientas tan solo y no te olvides de mi. Todavía sigo yendo cada noche a visitarte, entre sueños de castillos rojos y peces dorados puedo verte, puedo escucharte, puedo hablarte. Juntos abrimos puertas, ventanas y cielos para matar la oscuridad y dejar que nuestras almas se hagan sombras.


30/9/09

"Masacre en la Quinta del Ñato"







    Luego de un invierno bastante complicado llego al fin la primavera ¿les conté que odio el frío? Yo declaro ser Un Bicho de Calor, soy un bichito de luz, jejej Si! Yo soy El Bichito de Luz, ¿saben cual es el bichito de luz? ¿Se acuerdan?, es el famoso “Tuquito”.
    Bueno la cosa es así, cuando era "changuita" y era una bola de grasa molesta y andante, mi vieja nos llevaba a la quinta de la abuela, que quedaba en la quinta del “Ñato”, que era cerca de La Loma del Negro girando a la derecha. En aquel lugar había plantas, unas vacas, unos pollos, muchos limones, unos carros, muchos yuyos, mucha tierra, en fin era “campo”. Lo que no había era agua corriente así que usábamos una bomba, y cuando estaba rota la bomba pasábamos todo el fin de semana sin bañarnos y sin tirar la cadena del baño, un asco realmente.
    Pero bueno, la cosa era que mi vieja insistía en llevarnos a aquel lugar, ella creía que teníamos que experimentar el contacto con la naturaleza, (ahora ni en pedo me sacan la PC, el aire acondicionado, el micro ondas, el control remoto, el delivery, el calefón, la cama, los dvds de lost, el celular etc.). A pesar de que no había TV, y obviamente Internet tampoco, con mi hermano nos las arreglábamos para entretenernos. Entre nuestros juegos preferidos estaba el de salir a la noche a cazar bichitos de luz o tuquitos, o como quieran llamarlos. Los atrapábamos, los poníamos en una bolsa, y los llevábamos al galpón de los carros, los tirábamos al piso y los pisábamos hasta que les saltaban las tripas y luego con sus rellenos luminosos escribíamos nuestros nombres y haciamos figuras en el suelo, era una especie de “Masacre en la quinta del Ñato”, yo era feliz siendo una asesina de tuquitos, amaba asesinar a los tuquitos muejejejejjeje!, realmente era re mala, soy re mala pero ahora soy como un poquito menos, ahora soy mas buena y menos mala, ya no asesino tanto.
    En fin, un día mientras realizábamos nuestra caza nocturna se nos acerco Zenón, quien era el cuidador del lugar, y nos pregunto que era lo que estábamos haciendo, con Robertito le contamos detalladamente nuestra hazaña, el tipo nos miro con cara de espanto y nos dijo muy macabramente: “Niños por favor no hagan eso, los tuquitos son almas perdidas que deambulan por la noche, si ustedes los matan van a ser castigo”. Con Robertito por esa noche le hicimos caso, pero al día siguiente volvimos a nuestra rutina mas recargados que Matrix, porque teníamos para nuestra caza una tela mosquitera. Esa noche cazamos cientos de tuquitos, los pusimos en la bolsa y los llevamos al galpón, los tiramos en el piso y cuando estábamos a punto de comenzar a pisotearlos… Paff !! entro corriendo un enano de color verde fosforescente y nos miro fijamente, era una cruza de ALF con Marvin, con Rober salimos gritando y corriendo como chanchitos asustados, mi vieja que estaba en la cocina salio a ver que nos pasaba. La Mamá Muñeca y el tío Nico revisaron todo el galpón pero no encontraron nada, el pequeño enano había desaparecido.
    Con Robertito nunca mas volvimos a matar tuquitos, comenzamos a tener una especie de respeto por los bichos, hasta a Cocomiel lo respetábamos, y eso que Cocomiel es casi imposible de respetar. Si, Cocomiel esa vaquita de San Antonio que hablaba muy gracioso y que daban en los cortes de Magic Kids. Pero bueno, la cosa es que pasaron los años y dejamos de ir a la quinta del Ñato, mi abuela murió y mi mamá vendió el campo. Siempre me quedo el recuerdo de aquella noche halloweenense y la duda sobre el enano cruza de ALF con Malvin, pero ayer en la cola del banco lo encontré a Zenón y me contó realmente lo que había pasado, pero esa es otra historia que tal vez se las cuente en otro post.

Ahora ponga play y recuerden al tierno Cocomiel, o sino vayan a ver que test nuevo hay en el Facebook.

1/9/09

Luz y su Elvirita

Luz es argentina, tiene 23 años, es estudiante cuasi mediocre de Comunicación Social. Su empleo le disgusta, pero igual sigue en el. Busca en el fondo del cajón la última pastilla para dormir que le recetó Elvirita..

“¿Quiero o no quiero dormir?”, se pregunta, mientras mueve entre sus dedos la pequeña capsula adormecedora. “Sí quiero”. Estoy sentada en el consultorio, es de noche, hace calor, y como es de costumbre, la muy tacaña no prendió el aire. De seguro pondrá la excusa de que está mal de la garganta y que por eso no lo prende. De pronto la flaca, alta y arrugada figura de Elvirita sale del baño. Está bronceada, es agosto pero igual ella está bronceada, siempre lo está. Su cara y esa habitación me recuerdan a mi infancia, en ese lugar lloré más de una vez. Ella está igual, el lugar está igual, no ha cambiado nada. El olor a cera, el piso brilloso, los adornos africanos, la foto de Paris, la taza con rimel y el sillón verde. Todo está igual.

- Luz! Qué lindo volver a verte. ¿Querés tomar algo?

- Bueno. ¿Puede ser un café? Con edulcorante por favor.

- ¿Qué? ¿Con edulcorante? ¿Por qué? ¿Estás a dieta? ¿Te ves gorda? ¿Te sentís insegura de tu cuerpo? ¿Qué te pasa?

- No!, no. Es sólo que en el invierno comí un poco de más, y subí un par de kilos, que ahora quiero perder. Pero no me siento mal. Es solo eso.

- Luz. Te recuerdo que la anorexia es una enfermedad muy tratable.

- ¿Qué? Solo te pedí un poco de edulcorante, nada más. ¿Eso me hace ser anoréxica?

- Bueno, tranquila. Yo no estoy aquí para juzgar tu problema.

- Sí tengo un problema, pero no es ese.

- ¿Y qué te trae por aquí?

- Mmm, No estoy segura… ¿Te puedo preguntar algo?

- Si, claro.

- ¿Cuánto tiempo tengo que venir, hasta estar curada?

- Eso depende.

- ¿De qué depende?

- De qué es lo que vos querés saber de vos misma, y de qué creés vos que estás enferma. ¿Creés que estás enferma?

- No se, por eso estoy aquí.

- ¿Te preocupa algo?

- Me preocupa estar soñando con vos.

Abre sus ojos, y piensa “la muy tacaña nunca pidió el café”

26/8/09

¿Que hiciste hoy?

Alejarme, escapar, hundirme y al fin… desaparecer.

4/8/09

30/7/09

LINIERS

Emilio este post es para vos. Me hizo acordar a la "Rubia" jeje. Te presento esto es Liniers.

28/7/09

Grafiti de Amor

En la pared que da justo frente a la ventana de mi cuarto hay un grafiti que dice “Te Amo” sin firma ni dedicatoria. Perdona que te moleste pero… ¿fuiste vos?

21/7/09

PATAS CORTAS

Esperaba nunca tener que decírtelo, pero llego la hora: Te mentí.

Siempre te mentí, antes de conocerte ya te mentía, y ahora te sigo mintiendo.

Sí, lo admito. Lo hice y volvería a hacerlo.

Te mentí, te miento y te mentiré ¿Por qué? Porque te quiero y no conozco otra forma de decírtelo.

Te miento porque soy débil, porque no se vivir de otra manera.

Te miento porque quiero que me creas.

Te lo digo ahora, para que después no digas que ando con mentiras.

Perdón por no decírtelo antes, pero creo que no estaba lista para decirte la verdad. ¿Te sentís mal? No, por favor, no lo hagas, no vale la pena.

La verdad es amarga, la mentira es dulce.

¿Mentirosa? Sí, gracias, soy yo.

Cada vez que te miento te hago más feliz, sos feliz cuando te miento. Lo puedo ver en tus ojos, te gusta que te mienta. Yo soy feliz cuando miento. Miento para que el mundo sea feliz; miento para que me creas; miento porque estoy harta de no mentir; miento porque estoy harta de creer. Mentime que me gusta, decime que soy muy linda, je, je.

¿Por qué todos quieren la verdad? La mentira es más linda, la mentira es más tierna. Si te miento, seguramente te enamorarás de mi ¿Querés que te mienta? El mundo es demasiado triste como para tener que decir la verdad, perdoname si te hago mal, pero lo hago creyendo que no es así, lo hago creyendo que te hace bien.

Te quiero, sí. Te quiero… con mis patas cortas.

1/7/09

Y... Llego Julio...

Vivo en una caja de cartón a la orilla del mar.
Mi casa no tiene ni ventanas ni puertas
Aquí esta todo oscuro
Aquí no hay agua, aquí no hay plantas.
Aquí no hay nada.
Seguro a nadie le importa si mi casa es de cartón, madera, ladrillo o piedras.
A nadie le importa si vivo sola, o vivo con alguien, si estoy bien o estoy mal.

(Vos) Sabes que el frió me lastima, me hace mal, me hace pensar.
Mis manos están dañadas, mis manos están sangrando.
Aquí el tiempo se murió
No logro ver si es de día, no logro ver si es de noche
¿Sabes algo?
Ya no recuerdo las palabras que me hacían llorar.

14/4/09

El silencio




 Caí en sus brazos una noche de frío invierno. Yo no buscaba a nadie, pero ella me encontró, me curó y me dejó entrar en su vida. No le importó mi pasado.
 Desde el primer momento dormimos juntas, sus sábanas fueron vendas para mis heridas, y el aroma de su cuerpo fue cura para mis pulmones.
 Ella siempre supo que lo que hacíamos estaba mal, pero igual permitía esos acercamientos prohibidos.
 Por las noches acariciaba suavemente mi cuerpo, hasta que nos acurrucábamos y entrábamos en un sueño animal.
                       El silencio era nuestro consuelo.
 Por la casa pasaban muchos hombres, pero ninguno permanecía, ella los echaba antes que amaneciera. Cuando ellos partían yo entraba a la habitación como una reina dispuesta a ocupar nuevamente su trono.
 Yo la adoraba, la amaba, ella era todo para mí, ella era mía y de nadie más. Pero el amor no dura para siempre, el amor es simplemente un sueño.
 Una noche llegó un hombre, la besó, la acarició y le hizo el amor. Yo permanecía en el sillón inmóvil, la noche se quedó sin tiempo en el momento en que ella se fue quitando la ropa. Ese hombre era distinto a los demás, él no se fue antes del amanecer, él se quedó con ella, y yo no pude volver nunca más a mi trono.
 Mi corazón se partió. Me estaban robando mi vida, mi lugar y mis ganas de existir. Así que decidí marcharme, la abandoné, no dije nada, solo me fui.
 Me dediqué a vagar por las calles, sin ningún rumbo, sin nada que perder, sin nada que ganar. Me fui enroscando y desenroscando hasta que di con un hotelucho, el lugar era de esos que se paga por hora y por amor. A la dueña le caí bien, así que dejó que me quedara.
 Las chicas del hotelucho me apodaron la putita ¿Qué les iba a decir? ¿Cómo me iba a enojar? si todas eran unas pobres infelices que se dejaban cojer por $20. Estas putas nunca iban a conocer el amor, en cambio yo sí, yo conocía el amor, yo amaba, yo seguía amando a pesar que habían pasado los años, yo no me había olvidado, yo no me quería olvidar. Cada día que pasaba me preguntaba si ella me había olvidado y siempre me respondía que no, que ella no me había olvidado, que todavía me quería, y que todo podía suceder, que íbamos a volver a ser las de antes y nada ni nadie nos iba a poder separar.
 En el hotelucho me la pasaba deambulando hasta que llegaba algún cliente y era, entonces, cuando yo le saltaba sobre su regazo y esperaba sus caricias y su amor.
 Un día, mientras hacía mi rutina de pasar de pantalón en pantalón, me encontré con él, el hombre que me había robado la vida, el que me había quitado a mi amada, ahora estaba aquí sentado buscado un poco de amor. De repente se paró, eligió una puta y entró al cuarto.
 Cuando salió no pude evitar no seguirlo, caminó todo el trayecto hasta la casa, aun vivían en el mismo lugar, en esa casa donde yo había sido tan feliz. Entró por la puerta delantera, ella estaba en la cocina. Desde la calle vi como la besaba en la boca, con esos mismos labios que minutos antes había besado a una puta. Pobre mi amada, ella no merecía a ese tipo, ella no merecía sufrir.
 Me escabullí por la puerta trasera, subí las escaleras y entré a la habitación, ese lugar bendito, que me trajo millones de recuerdos. De repente las luces se prendieron, y apareció ella, se quedó parada en la puerta, me miró fijamente, me reconoció de inmediato y no dijo nada, permanecimos en silencio, como siempre. Sus ojos habían perdido el brillo, parecía una anciana, su cabello estaba lleno de canas, estaba gorda y desaliñada. Pero nada me importó, porque en fin era ella, esa persona que tanto amaba.
 Se acercó y me levantó, mi sangre se congeló, una enorme felicidad se apoderó de mi cuerpo, bajamos las escaleras, nos dirigimos a la cocina, ella cortó un pedazo de pan de carne, buscó aderezo, lo entreveró y me lo dio, me apoyó sobre el piso y miró como yo degustaba felizmente el plato. Yo me sentía en la gloria, nada podía arruinar ese momento. Una vez que terminé de comer, me levantó, tomó las llaves del auto y salimos. Yo no podía creer que estaba nuevamente en sus brazos, entramos al auto y me sentó junto a ella. No podía dejar de mirarla, estaba hipnotizada, era fantástico, estábamos escapando juntas, ella y yo, en un sueño perfecto.
 Salté a sus piernas y me acurruqué hasta dormirme, ella manejó durante horas, era de noche, hacia frío y nosotras estábamos juntas como en los viejos tiempos, de ahora en más nadie nos iba a separar, porque el cielo había escuchado mis lamentos y mis súplicas.
 Paró el auto, me levantó con sus dulces manos, abrió la puerta y bajamos, estaba todo muy oscuro. Sacó una bolsa negra, me metió dentro de ella, la cerró y me arrojó a un descampado, mi cabeza golpeó contra el piso, no me podía mover, sentí que mi cuerpo estaba siendo cortado por cuchillos, el veneno estaba en mí y ella estaba arrancando el auto, ella se estaba yendo, y yo me estaba muriendo.
 Estoy tirada en la oscuridad, estoy muriendo, ya no me queda más aire, no entiendo lo que pasó, no siento mis patitas, hace frío, mucho frío, me estoy muriendo, me muero y ella no va a volver.


10/4/09

TE VA A PASAR!!

Cuando morí tenía 25 años, y no sabia nada de la vida.
No hubo flores, no hubo velorio y no hubo llantos.
Con el trajecito color crema me vistieron.
Mi cuerpo estaba duro, así que costó vestirme.
Morí con los ojos cerrados y con la boca abierta.
Mi ataúd, fue como el ataúd de todas las personas que se mueren.
Cuando me morí estaba segura que me iría al cielo, Pero al llegar me dijeron que no estaba en la lista: - ¿San Pedro? ¿Sos vos? - Pregunte –
- Heyy Luz!! ¿Qué paso?- me pregunto
- Crimen apasionado, me acuchillo por la espalda
- Huu!! Que feo.
- En esta lista no estas, así que anda a preguntarle a Satanás si podes quedarte ahí, , yo mañana le pregunto a Dios si te puede dejar entrar.
El infierno quedaba a la par del cielo así que no me fue difícil llegar.
- Satanás! Satanás!. Grite.
Un hombre peludo salio entre las plantas.
- Que mierda pasa!
- Vos sos Satanás?
- Si! Porque?
- Mmm. No tenes pinta de malo.
- Esa es la mala fama que me hace el hijo de puta de la par.
- Ah! Dice San Pedro que me dejes pasar la noche aquí.
- ¿Seguro?, mira que esta noche es noche de orgías. ¿Te vas a prender?
- ¿Quiénes participan?
- Viene Napoleón, Hitler y Margaret Thacher.
- Pero la Tacher esta viva.
- No, se murió ayer.
- Mmm no se, ninguno de esos tiene buena fama. ¿hay pa tomar?
- Obvio!!
- Haa! Bue,
- Haa una cosita mas ¿usan forros?
- Luz mm Estas muerta!
- Me quedo!
- Che! Porque sos tan peludo? …
Y los cielos se abrieron, y Dios dijo que si podía ir al cielo.
Pero yo estaba feliz en el infierno.

1/4/09

Not. X.X.X

Tengo:
Las uñas comidas
Un flequillo chueco
Una nariz grande
Y pelos en las piernas
Las uñas comidas significan que soy nerviosa, el flequillo chueco que soy mala peluquera, la nariz grande que soy hija de Roberto y los pelos en las piernas que no tengo sexo.

9/3/09

La Pendeja

A la “Pendeja” la conocí en la fiesta del Mocho, me gusto de entrada, la muy “putita” tenia un cuerpito de adolescente que despertó mis ganas de amarla, era hermosa, tenia un “culito” paradito, unas “tetas” hermosas, unos ojos color miel y una sonrisa perfecta. Creyendo que me diría que no, la invite a baila, pero me dijo que si. Al final de la noche entre porrón y porrón le di un beso. Desde aquella noche hasta hoy han pasado ocho meses. Ahora estoy en el living de una casa que improvisa ser una sala de espera, las paredes de la habitación están todas húmedas, el sillón donde estoy sentado huele a “meo” de gato, no hay ventanas, una mujer va y viene, parece como que busca algo, me pregunta si quiero tomar algo y yo le digo que no. Oh! Dios mió… ¿donde estoy?, tengo tanto miedo ¿estaremos haciendo lo correcto? El solo hecho de pensar en la “Pendeja” me produce unas ganar terribles de llorar, tengo ganas de salir corriendo de abandonar todo e irme lejos, ya no quiero más esto, la última semana fue un infierno, ella lloraba todo el día y me decía que yo no la quería, que todo lo que le dije era mentira, que yo era un hijo de puta que solo pensaba en mi mismo. Pero eso no es así, yo a ella la amo, siempre la e amado, nunca pensé en querer a alguien tanto en tan poco tiempo. ¿Cómo puede pensar eso?, si todo lo que hice fue por nosotros. La gente, de seguro, no va a entender porque hicimos lo que estamos haciendo ahora. Suena extraño, pero lo que hacemos aquí lo hacemos por esa gente que no nos entiende, esa manga de boludos que están allá afuera creyendo saberlo todo sin saber nada. ¿Qué podía hacer? Si la “Pendeja” no tiene un mango y su familia es muy pobre, su papá “chupa” todo el día y su mamá creo que trabaja de “puta” por ahí, lo de su mamá me lo contó el degeneradito del “Churro”, un amigo del barrio que suele contratar gatos baratos, “Adivina Flaco!, me tire a tu suegra”, me dijo el muy infeliz con una sonrisa de negro sucio. Mis viejos son distintos a los de la “Pendeja”, ellos tienen “guita”, mi viejo se la pasa todo el día en el teléfono, no se bien que es lo que hace, pero es algo de comprar, vendes y prestar guita, la cosa es que trae buena platita para la casa. ¿Mi mamá? Mi vieja es una pobre infeliz, que se pasa todo el día quejándose de lo muy infeliz que es, es una muerta viva, que toma pastillas para todo, esta todo el día drogada, siempre fue así y nunca va a cambiar. Yo siempre soñé con llegar a ser alguien impórtate, y ya me ven aquí, peleando porque mi futuro no se destruya, porque nadie interfiera en el. No creo que a los 20 años tenga que cargar con semejante responsabilidad, yo no soy esa clase de hombres, a mi me gusta ser libre, a mi todavía me gusta salir a bailar, joder con mis amigos, además si mi viejo se entera de esto de seguro me va a sacar el auto, no me va a pagar la cuota del club, no me va a pasar un mango. Cuando la pendeja me dijo que estaba embarazada, agarre la compu y la vendí, el primo de Pablo me la compro sin pensarlo, casi se la regale de lo barato. Yo sabia que esto podía pasar, que la pendeja podía quedar con el bombo, porque habíamos tenido muchos momentos de calentura ¿sabes cuales son esos momentos?, son esos momentos en que te hierve la sangre, en que no pesas, es como cuando fumas marihuana, todo el mundo te dice que te va a hacer mal, pero a vos no te importa, solo te importa ese momento de placer, ese momento en que sos vos y ella, nunca pense en hacerle daño, pero bueno que mas da, la verdad es que ella no se cuidaba y yo odiaba usar forro, ambos éramos concientes de que esto podía pasar. La verdad es que me da vergüenza todo esto. Si los chicos del barrio me vieran ahora, aquí sentado, solo, escribiendo en este papel inmundo, de seguro se me cagarian de risa. Este momento me recuerda a cuando me llevaba a rendir materias a marzo, la profesora me hacia esperar afuera del curso hasta que me diera la nota, en ese tiempo de espera, yo pensaba en mi vieja, y en la paliza que me daría si no llegaba a aprobar. Y, ahora en febrero como en aquellos años estoy esperando la nota más difícil de mi vida. Si a alguien tienen que culpar sobre esta decisión es a mi, porque ella no lo quería hacer, ella quería tenerlo, quería que nos casemos, y formemos una familia, pero ¿Qué familia podíamos hacer?. Ella tiene 15 y no sabe nada de la vida, yo tengo 20 y se menos que ella. Ninguno de los dos terminamos el colegio, y mucho menos tenemos trabajos. No quiero esto para mi, no quiero cagarme la vida. La dirección de este lugar me la dio un compañero del club, el paso por lo mismo “Cobra caro la vieja, pero es buena” me dijo mientras abría su celular para darme el numero de la vieja. Cuando le conté a la pendeja que ya sabia quien hacia el trabajito, se largo a llorar desconsoladamente “yo lo quiero tener! Yo lo quiero tener!” me gritaba una y otra vez. Pero yo la amenace, le dije que si lo quería tener, lo iba a tener que tener sola, que yo no me iba a hacer cargo de nada, le grite que era una estupida, que no sabia lo que estaba haciendo. Ella lloraba mientras yo gritaba. Ese día me fui a casa muy enojado, tenia un odio por dentro que chupaba mi sangre, pero como a las doce me llego un mensaje al celular, era ella y me escribía: “Si lo voy a hacer, TE AMO”. Desde ese mensajito hasta ahora han pasado 56hs, desde que ella entro en ese cuarto al fondo de la habitación han pasado 2hs. Siento ruido, creo que alguien va a salir de la habitación del fondo, creo que es…

21/2/09

Al confesionario

Son las 8:30 de la mañana del domingo 1 de Marzo del 2009, ese día todavía no llego, pero ya se que es lo que va a pasar. Doña Hilda ya saco los manteles blancos y los extendió sobre el altar, acomodo cuidadosamente las flores en los floreros, limpio el piso y lustro los bancos. Cristo mira todo desde un rincón de la capilla, el vino se vistió de sangre, y las copas se llenan de ostias. Delante mió hay un cuadro de la sagrada familia, me recuerda a cuando jugaba con José y Maria del pesebre de casa, eran Barbie y Ken pobres. Mi viejo se enojaba, y guardaba las imágenes. El padre Fabián ya se puso su sotana y se prepara para recibir a los pecadores. La primera en confesarse es una mujer que la abandono su marido hace unas semanas, de seguro le esta contando al cura que esta angustiada, que no tiene ganas de hacer nada, y que sus hijos le reclaman mayor atención. El segundo en escupir sus pecados es un hombre que yo conozco, pero que no voy a decir quien es, de seguro hizo algo malo, pero no creo que sea tan malo como para irse al infierno. En tercero y cuarto lugar hay dos mujeres viejas, y en el quinto puesto estoy yo. La ultima de las mujeres sale medio llorando, el padre Fabián me mira y me hace seña para que me acerque. - ¿Cómo estas Luz? – Me dice con una voz amistosa, el siempre fue bueno conmigo, lo conozco desde chica.
- Mas o menos – le contesto casi entre diente, en una voz muy baja.
- ¿Por qué? ¿Qué paso?
- Hice algo malo padre, creo que con esto ahora si me voy al infierno.
- Ya te dije que no te vas a ir al infierno, tendrías que pecar mucho para que eso te suceda.
- ¿En serio? Usted siempre me dice lo mismo, por eso me gusta venir aquí. Pero ahora si hice algo malo, ¿sabe lo que hice?, Robe padre, robe!
- ¿Cómo que robaste? ¿Por qué robaste?
- No fue mi intención, la Silvi me dijo que estaba bien lo que estábamos haciendo, pero ahora que lo pienso bien creo que estuvo mal lo que hicimos. ¿No le va a contar a mi mamá? ¿No?
- No Luz, ¿Cómo crees que voy a hacer eso?
- Si usted le cuenta se va a ir al infierno ¿verdad?
- Mmm. No le voy a contar, y tampoco me voy a ir al infierno.
- ¿Yo si me voy a ir?
- No Luz, ya hablamos de eso, no te vas a ir al infierno.
- ¿Si le cuento me va a dar mucho para rezar?
- Eso depende de que es lo que hiciste. Pero de seguro no va a ser mucho.
- ¿Cuántos “Padre Nuestro y Ave Maria” se le da a una persona que ha robado?
- No se Luz, decime que es lo que paso.
- ¿Cómo que no sabe? ¿acaso nunca le confesaron un robo?
- Si lo hicieron pero todo depende del caso.
- Ah! Ya entiendo, usted ve si es hombre o mujer, niño o adulto, blanco o negro. ¿A los negros le da mas castigo?
- Luz! No digas eso, yo no discrimino
- ¿que? ¿Los otros curas si lo hacen?
- No se, creería que no.
- ¿A mi me va a tener mas compasión porque yo lo conozco? - No! ¿Qué te pasa chiquita?
- ¿y, para que me voy a confesar si usted dice que no me voy a ir al infierno?
- Para sentirte mejor, para estar en paz con Dios, y para poder comulgar.
- Bueno, entonces le cuento.
- Dale Luz, contame ahora que hiciste, porque hay otras personas esperando y yo ya tengo que ir a dar la misa.
- Pero si a la señora que estaba delante mió la tuvo como veinte minutos ¿acaso yo no soy importante?
- Luz! A esa señora se le murió el marido y estaba mal.
- Ah No!! Yo así no me confieso nada, usted me acaba de contar lo que la señora le contó, ¿y, al próximo en confesarse le va a contar lo que yo le cuente?
- ¿Cómo crees que yo voy a hacer eso?
- Y, si lo hizo ¿sabe una cosa? Usted es tan pecador como yo.
- Si, soy pecador porque soy humano.
- ¿Sabe algo? Ahora tengo miedo, porque no vaya a ser cosa que usted le cuente a alguien lo que yo hice, y ese alguien le cuente a mi mamá, y mi mamá le cuente a quien le robe, y esa persona que le robe le cuente a la policía, y que la policía me meta en cana. No!, No!, no. Yo así no cuento nada ¿sabe? Prefiero estar sin comulgar antes de terminar presa. Además usted esta muy ocupado ahora.
- ¿No te vas a confesar?
- No
- Bueno, anda nomás.
- ¿Al infierno?

9/2/09

Para Alicia

La primera vez que te vi, no supe que hacer.
Eras fantástico, eras hermoso.
Eras gigante, eras poderoso y eras eterno.
Ahí habías estado desde el principio.
Habías sobrevivido como un gran luchador.
Mis manos te tocaron suavemente.
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
Mis penas se fueron con tus caracolas.
Mis pecados quedaron en la arena.
"En el fondo del mar Alfonsina busca esos poemas que la tierra no supo dar"
Para Alicia que hace mucho que no está. Para Alicia que me cantó la historia de Alfonsina y el mar.

30/1/09

No gracias, no soy yo.

Siempre fui colgada, y creo que moriré colgada. Si no, lean lo siguiente:
En el verano de 2006 con un grupo de amigas alquilamos un depto en la costa. En una de las tantas noches que salimos a bailar entramos a un boliche que tenía una súper pista de electrónica, estaba súper bueno el lugar, muchas botellitas de agua tiradas por todas partes denotaban que los chicos que bailaban ahí tan eufóricamente, no lo hacían sólo por su enérgica juventud. La energía era contagiosa al igual que los pasos. Pasadas las cuatro de la mañana, el lugar estaba que ardía, el lugar explotaba, así que yo, como no podía ser de otra forma, decidí subirme a un parlante y comenzar a bailar. No me importaba nada, después de todo nadie me conocía y a nadie le importaba. Pero de repente el milagro sucedió, todos se dieron vuelta hacia mi, me comenzaron a observar, las mujeres se fueron quedando atrás de la pista mientras los hombres se me abalanzaban sobre mi, yo pensaba que mi gran cuerpo seductor y mi baile súper erótico estaba dando fruto al fin, así que me puse todas las pilas y comencé a bailar más y más, los hombre sacaron sus celulares y comenzaron a sacarme fotos cuando de repente… ¡Pum! Se rompió la burbuja imaginada, me di vuelta y tenía dos enormes culos bailando a la altura de mi cabeza, eran las chicas Speed, y yo como boluda tapando. No se en qué momento alguien me ayudó a bajarme del parlante, mientras los tipos me gritaban cosas como: - Bájate!! Que estás tapando!! Dejá ver!! Correte!! etc. Desde atrás de la pista miré al escenario donde yo había estado y me dije a mi misma: “Luz, esos dos culos no son más que vos” jejeje.

2/1/09

Mi primera borrachera

Yo tenía 16 años y no sabía nada de la vida, exceptuando las enseñanzas que la TV de esos días me había dado.Por entonces, las salidas entre amigos eran escasas, solo algunas reuniones en las casas o juntadas hasta tarde en la esquina del barrio. Yo no tenía muchos amigos, salvo algunas amistades poco confiables que mi madre las catalogaba como “malas amistades”. Años después haciendo un análisis de aquellas amistades me planteé la duda si ellos habían sido las “malas amistades” o más bien yo había sido la “mala amistad”.Era diciembre de 2001, había quilombo económico y político en todo el país pero mi cabeza de adolescente bloqueaba todo problema de esas características. Por esos días yo cumplía años y mi hermano había terminado el secundario. Robertito, o sea, mi hermano mayor, le planteó la idea a mis viejos de hacer una fiesta en casa en conmemoración de mi cumpleaños y de su recibida, mis viejos en un principio dijeron que no, pero luego con la persistencia de Tito y la ayuda de mis lagrimas dijeron que sí.Mi hermano y sus amigos se encargaron de la organización del evento para ello compraron unos cajones de cerveza y unas cajas de vino que entreveraron con Fanta y volcaron en un dispenser de agua, las luces y la música fueron cortesía de Juanchi el vecino fiestero que teníamos. Yo de lo único que tenía que encargarme era de invitar algunas amigas.Esa noche me vestí con una remerita verde y tantas bisutería que me faltaban las luces de colores para ser un arbolito de Navidad.Cuando bajé las escaleras de mi casa mis viejos le estaban diciendo algo a mi hermano y me hicieron seña para que me acercara a escuchar. “Ya saben, no hagan mucho quilombo que la Coca (vecina de al lado) va a llamar a la policía, nosotros vamos a volver como a las cinco ¿entendido?”. Mi hermano respondió asintiéndoles con la cabeza y yo muy simpáticamente dije: - Bueno, bueno ¿Qué creen que somos tontos?, horas después iba a quedar demostrado que sí éramos tontos.Bien se fueron mis viejos, yo me acerqué al dispenser y saqué el primer vaso de sangría. Como yo tenía 16 años y no sabía nada de la vida, no distinguía la cerveza del champán, el vino fino del vino con Fanta, yo solo hacía lo que hacían los demás.Cuando llegaron mis “malas amistades” yo ya iba por mi segundo vaso de sangría. “¿que mierda hacés?, ¿por qué tomás eso? Andá y tráete unas cervezas – me dijo una de las “malas amistades”. Yo como buena boluda fui y traje un par de cervezas. En el segundo vaso de cerveza, discjockey Juanchi puso un tema de Rodrigo y todos nos pusimos a bailotear.Quiero aclarar que a partir de ese momento mi memoria no es muy nítida, pero lo que sí recuerdo es cuando llegó mi supuesto futuro noviecito JuanMa. Fue en ese momento cuando empecé mi rutina de cuarteto mal bailado y poco sexy. Imagino, porque realmente no lo recuerdo, que fue JuanMa quien me sacó a bailar. Y entre vueltas y vueltas, y Rodrigo y más Rodrigo, se me comenzó a mezclar en el estómago los tallarines del medio día, el café con leche de la merienda, con la sangría y la cerveza de la fiesta.Mi siguiente recuerdo es el de mi cabeza sumergida en el inodoro de mi casa y a el que supuestamente iba a ser mi noviecito, digo “iba a ser” porque nunca fue, parado junto a mí. Mi hermano me gritaba desde la puerta algo como – Boluda! ¿Que mierda tomaste?Mi próximo recuerdo son mis viejos puteándonos a mi hermano y a mí.Pero bueno yo tenía 16 años y no sabía nada de la vida, ahora tengo 23 años y todavía no se nada de la vida.